viernes, 3 de mayo de 2013


Y los problemas vinieron en cascada. Ejemplifico.

Así un día me acusaron, y el párroco me incriminó de haber insultado, corrido y humillado a una niña, ¿neta fui yo? Juro por mi vida que no hice eso, sólo dije un simple y tajante: no. Igual y nadie antes la había negado algo y por eso reaccionó inventando cosas. Nunca lo acepté, y ante la necesidad de querer escuchar los dejé. Otro ejemplo. No sé cuantas veces he dicho mentiras, igual y tengo suerte para no ser cachado. Una mañanita respondí un: pero, si yo no lo hic. Tono serio, me había molestado un minutos antes. Y resulta que le grité, le falté al respeto. ¿Orta vez mi inconsciente?, carajo. Esta vez dije la verdad. Y sabía quién lo hice pero ¿para qué hacer más lío?. No quise defenderme y lo dejé así.

Si las cosas estaban así, ¿algo peor podía pasarme? Wait please, ¡sí pasó!

En este costal de papas como a Adán se me cayó la venda en la piñata y empecé a cojear de mi talón de Aquiles …  una, dos, tres chicas muy, muy guapas. ¿Me enamoré?, igual y sí. ¿Lo estoy ahora? No. ¿Qué pasó?, al carajo eso, sólo sé que pasó. Más no piense mal el lector, sólo hablo de que sentía un cariño y lo admito me atraía. Pero para mi suerte así como apreció, se ha ido. Uff!

Tengo buenas notas en los papeletes escolares, amo la computación, me gusta trabajar, Y quiero formar una familia. Mi ego entró a escena. Y yo tenía un hábito puesto.

Lo pensé largamente. Tanto como cuando entré. Mi crisis tocó fin.  Tenía que irme. Así un domingo se lo dije a maestro de novicios. ¿votos, pobreza, castidad y obediencia?, yo no puedo.

Las cortesías de siempre cuando uno se despide, Colgué el hábito, la  cuerda y devolví todo. Juré no llevarme nada. Y hasta hoy lo he recuperado, hay algo que es mío, y es esta experiencia. Ya ha pasado casi un año y lo puedo escribir con madurez.

¿Por qué te saliste del seminario? Esta vida exige mucho. Quizá no la comunidad, los frailes o los fieles no te pida lo mismo. Pero el evangelio es muy claro y radical. Si Dios no te ha elegido no lo vas a lograr. Quizá seas cura pero probablemente tendrás una vida muy relajada, y eso es una mediocridad. O igual ni te importe. 

A mi Dios no me eligió. Lo sé porque ví con mis ojos a frailes y religiosas que todos los días se esforzaban por caminar ese estrecho camino de la santidad. Si alguno es canonizado, yo daré testimonio a su favor.  Yo no estaba dispuesto a tal exigencia, y un mediocre más en la iglesia no es lo que hace falta.
Crecí mucho en esos dos años. Les debo mucho aprendizaje. Ningún rencor, sería ridículo perder tiempo en sujetos a los que ya no ves. Hice amigos, hermanos y conocí a extraordinarias personas. Por cierto algunas de éstas ya ni un saludo me han contestado, igual y están muy ocupados, los ayudé borrándolos de mi lista de amigos de facebook.

Sigo siendo católico, ahora con más convicción. A la ves soy más crítico conmigo y con mi iglesia Estoy orgulloso de haber sido fraile, de mis decisiones. Desde luego me gané el título de voz autorizada para hablar de estas cosas. Conozco por que lo viví, y no como los camaleones anarquistas que se creen lo que ellos que creen es cierto. O como algunos ignorantes del tema, mal intencionados.

Si alguno llegaré por arte del azar a este blog, y esté en el seminario o piense en entrar, no piense que lo desaconsejo. Claro que no! Sólo podría aconsejarte que seas auténtico y realista. El camino tiene que ser duro. Así el seminario es un crisol que prepara a los pastores de la iglesia, modelos para ella. Siempre busca a Dios. Sólo hay una meta la santidad, eso nunca va a pasar de moda.

Igual y esta entrada es lo más inútil. Pero también podría ser una especie “Periquillo Sarniento” de mí, para mis lectores.

Hasta otra!

2 comentarios :

  1. Recuerdo aquellas series gringas donde siempre muestran a alguien a punto de entrar de lleno al sacerdocio decir que han recibido "el llamado de Dios". Si no lo recibiste, entonces es porque algo mejor te espera.

    Cualquier decisión que hayas tomado es respetable, lo mejor es estar bien con uno mismo.

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  2. Pedro es usted un... ja ja basta de cortesías, usted me echó de la copa...
    En esas caricaturas del "llamado de Dios" se ilustra mucho eso de cielos relampagueantes, de seres que suben y bajan o de voces sobrenaturales. Aunque te puedo asegurar que nada de eso pasa. O al menos a mí no xD
    De decisiones se conforma la vida, y el punto es cada vez ser más acertado...

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